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El fantasma de mi ex: la comedia ecuatoriana que no esperabas

| Mercedes Cabrera | ,

El cine ecuatoriano suma una nueva apuesta al género de la comedia con El fantasma de mi ex, dirigida por Josué Miranda y protagonizada por Alex Vizuete,Viviana Salame, Michela Pincay, Iñaki Moreno y Francisco Huerta. La cinta, que ya está en cartelera desde 18 de septiembre, mezcla humor, referencias literarias y un retrato muy guayaquileño de las relaciones modernas. Una comedia con identidad guayaca (pero para todos)

Una premisa fresca con sabor local

La película sigue a Allan, un joven librero que intenta superar a su exnovia, Estefanía. El giro que convierte a la trama en algo distinto está en la aparición de tres fantasmas: el de Estefanía y los de dos gigantes de la literatura, Julio Cortázar y poeta guayaquileño, Medardo Ángel Silva. Ellos se convierten en guías —torpes, irónicos y entrañables— en la caótica búsqueda del protagonista por reencontrarse con el amor o, al menos, con un poco de compañía.

Aquí radica uno de los mayores aciertos de la cinta: la manera en que lo guayaco se cruza con lo universal. El humor y la idiosincrasia local están presentes, pero dosificados de forma que el relato no se encierra en lo regional, sino que dialoga con cualquier espectador.

Dirección y narrativa que funcionan

Miranda construye una historia que fluye sin tropiezos. El arco del protagonista está bien definido: desde el dolor de la ruptura, pasando por las citas desastrosas, hasta el aprendizaje que lo obliga a soltar el pasado. El guion logra hilar la comicidad con los guiños literarios sin que la película se vuelva pretenciosa o difícil de seguir.

A nivel formal, el filme apuesta por un humor que oscila entre lo ligero y lo negro, con referencias culturales que enriquecen la experiencia para quienes disfrutan de los guiños escondidos (si eres cinéfilo los verás). Además, se guarda un giro narrativo inesperado que mantiene la atención hasta el final.

Luces y sombras

Lo mejor: La naturalidad de Alex Vizuete, la química con Viviana Salame y la frescura del guion. El tono guayaco, usado con mesura, aporta identidad sin volverse excluyente. Los momentos musicales y sobre todo la canción de AU-D. Tienen que verla para entenderlo.

Lo menos logrado: Algunos chistes pueden sentirse reiterativos y ciertos momentos del humor negro podrían dividir al público. No obstante, ninguno de estos detalles afecta el ritmo general.

Veredicto

El fantasma de mi ex es una comedia inteligente, entretenida y con un sello propio. No pretende reinventar el género, pero sí ofrece una experiencia distinta dentro del cine ecuatoriano: fresca, bien estructurada y con un balance entre lo local y lo universal.